viernes, 16 de octubre de 2015

"Blind Fury"


La carrera de Nicolas Cage es como la de ese compañero de clase que sacaba sobresalientes en la escuela y tenía pinta de físico nuclear pero a quien años después te encuentras empujando un carrito y suplicando limosna a la salida del Caprabo. Nadie sabe muy bien cómo ha ocurrido; lo mismo se presenta recogiendo un Oscar (Leaving Las Vegas), poniendo cara de que le están haciendo una colonoscopia durante dos horas (Face/Off), duplicado en un guion del gran Kaufman (Adaptation), participando en truños demoníacos (Ghost Rider), o activando su chip de bad-ass en piloto automático para el presente divertimento de aires rednecks.
El director Patrick Lussier deja claro desde la primera escena que su forma de aprovechar el 3D consiste en lanzar todo el menaje a la cara del espectador. La historia de un hombre salido del infierno para salvar a un bebé de una secta satánica cuenta entre su reparto con tía buena acompañante (Amber Heard), enemigo pasado de rosca (Billy Burke), sicario del averno de excursión para atrapar al protagonista (William Fichtner) y coleguita del héroe en forma de actor con tablas que solo tiene que poner cara de estar resolviendo un sudoku mental para cumplir (David Morse). Lo que les une son tres páginas de guion remojadas en hectolitros de gasolina casposa, tiros, malvados crueles, coches, puñetazos y diálogos sonrojantes recitados mientras ponen cara de pensar fuerte delante de un bidón ardiendo. Pero la película es totalmente sincera con su propia naturaleza mongólica; aquí para lo único que el protagonista quiere una calavera es para servirse un copazo en ella, no para recitar a Shakespeare. Es tan motherfucker este Nicolas Cage de pelo color pollo que ni para echar un polvo se quita la ropa o las gafas de sol. Ahí queda.
Blind Fury es un subproducto que podría sumarse a esa ola de revival moderno de la Serie B junto a cosas como MachetePlanet Terror o Hobo with a Shotgun. También sería fácil de etiquetar dentro de las mindless action movies más recientes estilo CrankWanted o Shoot ’Em Up (a la cual roba descaradamente la escena de casquete y tiroteo a la vez) pero ni resulta tan referencial como las del primer grupo, ni tan desquiciada como las del segundo. Recuerda, si acaso ligeramente, a la acción noventera de blockbusters con músculo sudado, pero careciendo del brillante embalaje a lo superproducción, como Con Air.
No pasará a la historia, pero es de agradecer que ni siquiera lo pretenda. Asimilada con cierto sentido del humor, la paletada de Lussier resulta moderadamente graciosa. Es un «Sabías a lo que venías» como un castillo y no tiene aspiración alguna: un guion mierdoso, cool guys que no miran hacia las explosiones y 3D oportunista.




Al día siguiente el cerebro —que es sabio— la habrá olvidado, pero eso es preferible a que te siga doliendo. A Ghost Rider me remito.

miércoles, 14 de octubre de 2015

"Den halvfärdiga himlen"

Den halvfärdiga himlen —antologia del poeta suec i aventurer que proper i merescut Nobel Tomas Tranströmer— fa bastant de temps que és a la llista dels llibres més venuts en poesia. Potser la dada no signifiqui gran cosa perquè els consumidors de poemes són poc nombrosos en qualsevol cas i classificats en tres grups exclosos per la societat: els degustadors sensibles de la paraula poc acostumats a les gernacions; els desnonats del sexe que busquen la seva darrera oportunitat passejant-se amb un poemari ben visible sota el braç pels campus de facultats de lletres; i, per últim, un subjecte despistat —qui això escriu— que, confós pel cognom de l'autor, pensava trobar entre les pàgines d'aquest llibre fotografies de la Megan Fox en postures suggeridores sobre gastaments mecànics. Menteixo, una mica. O fingeixo. En realitat vaig sortir corrent en cerca d'aquest llibre meravellós després de topar-me en un moment de gran crisi existencial (havien tret el pastís toffe & cheese de la carta del Foster's Hollywood) amb un poema en què en Tranströmer parlava de la mort. Així actua la paraula del poeta suec. Una paraula amb què plasma imatges enlluernadores i ens parla de l'esperit humà, que tan bé coneix en la seva triple condició de poeta, psicòleg i senyor vell que havent patit una hemiplegia poc més pot fer que asseure's a reflexionar amb el front arrugat en un racó. L'estil amb què en Tranströmer relaciona els aspectes més simples de la vida i la naturalesa amb les preocupacions universals de l'home és net i senzill, però lluny del realisme i molt abundants en l'ús de recursos propis del surrealisme, l'expressionisme i qualsevol -isme que se li antulli mitjanament útil. Aquesta antologia compila poemes, escrits personals i una col·lecció impressionant d'haikus, en què en Tranströmer es revela com a un dels poquíssims occidentals capaços d'escriure'ls com calen ser. Una obra imprescindible per a qualsevol lector de poesia que agraeixo veure per fi en castellà després d'haver hagut de sobreviure amb la seva traducció a l'italià —idioma que, és clar, no manejo, més enllà de porca miseria, tagliatelle alla puttanesca i fer així el gest ma che cosa fai amb les mans com d'estar arrapant-se uns bigotis molt llargs entre els polzes i la resta de dits i arrencar-los daltabaix, no sé si m'explico.


"Den halvfärdiga himlen"

Den halvfärdiga himlen —antología del poeta sueco y aventuro que cercano y merecido nobel Tomas Tranströmer— lleva bastante tiempo en la lista de los libros más vendidos en poesía. Quizá el dato no signifique gran cosa porque los consumidores de poemas son poco numerosos en cualquier caso y clasificados en tres grupos excluidos por la sociedad: los sensibles degustadores de la palabra poco acostumbrados a las muchedumbres; los desahuciados del sexo que buscan su última oportunidad paseándose con un poemario bien visible bajo el brazo por los campus de facultades de letras; y, por último, un sujeto despistado —quien esto escribe— que, confundido por el apellido del autor, pensaba encontrar entre las páginas de este libro fotografías de Megan Fox en posturas sugerentes sobre engendros mecánicos. Miento, un poco. O finjo. En realidad salí corriendo en busca de este maravilloso libro tras toparme en un momento de gran crisis existencial (habían quitado la tarta toffe & cheese de la carta del Foster’s Hollywood) con un poema en el que Tranströmer hablaba de la muerte. Así actúa la palabra del poeta sueco. Una palabra con la que plasma deslumbrantes imágenes y nos habla del espíritu humano, que tan bien conoce en su triple condición de poeta, psicólogo y señor viejo que habiendo padecido una hemiplejía poco más puede hacer que sentarse a reflexionar con el ceño fruncido en un rincón. El estilo con el que Tranströmer relaciona los aspectos más simples de la vida y la naturaleza con las preocupaciones universales del hombre es limpio y sencillo, pero lejos del realismo y muy abundante en el uso de recursos propios del surrealismo, el expresionismo y cualquier -ismo que se le antoje medianamente útil. Esta antología recopila poemas, escritos personales y una impresionante colección de haikus, en los que Tranströmer se revela como uno de los poquísimos occidentales capaces de escribirlos como deben ser. Una obra imprescindible para cualquier lector de poesía que agradezco ver por fin en castellano después de haber tenido que sobrevivir con su traducción al italiano —idioma que por supuesto no manejo, más allá de porca miseriatagliatelle alla puttanesca y hacer así el gesto ma che cosa fai con las manos como de estar agarrándose unos bigotes muy largos entre los pulgares y el resto de dedos y mesarlos arriba y abajo, no sé si me explico.

martes, 13 de octubre de 2015

"Horns"

Le deuxième roman du fils moins gros de Stephen King; supérieur au premier, Heart-Shaped Box, quoique inférieur à 20th Century Ghosts, sa collection de contes. Il part d'une idée intéressante: après une nuit de cuite, le protagoniste se réveille avec deux cornes naissants sur le front et le pouvoir d'obliger le prochain à avouer ses pensées les plus obscures. À partir de là-bas, l'histoire glisse assez des mains de Hill au sujet de la transformation du personnage et le lecteur se balance sur le coup du rire léger, mais si on tient compte que celui qui écrit cela l'a lu d'un trait dans une nuit d'insomnie, on peut affirmer qu'il s'agit d'un roman agréable, léger et qu'il accomplit sa fonction. Et Joe Hill écrit bien. Il n'écrit pas bien dans le sens de lier vingt subordonnées sans que le récit se graisse à l'excès et qu'il conduise le lecteur du point A au C sans passer par B, mais par H, W et R à la manière de Jonathan Franzen. Ou dans celui de débiter des phrases sèches et cassantes avec de la maîtrise à celle de Chuck Palahniuk, on n'a pas beau sortir la comparaison de littérature nord-américaine moderne. Ce que je veux dire, c'est que, avec l'excuse d'une histoire d'horreur surnaturelle avec le psychokiller antagoniste et le protagoniste qui obtient des pouvoirs, c'est une histoire d'amour ravissante et constante au-delà de la mort ce qu'il finit par raconter. Roman distrayant et recommandable, malgré l'édition remplie d'erreurs orthotypographiques (aussi bien le traducteur comme le correcteur, s'il y en avait, de ça, j'en ai eu des doutes, doivent ne pas connaître la grammaire) et la couverture avec des brillantines.

lunes, 12 de octubre de 2015

"Horns"

Segunda novela del hijo menos gordo de Stephen King; superior a la primera, Heart-Shaped Box, aunque inferior a 20th Century Ghosts, su colección de cuentos. Parte de una idea interesante: tras una noche de borrachera, el protagonista se despierta con dos incipientes cuernos en la frente y el poder de obligar al prójimo a que confiese sus más oscuros pensamientos. A partir de ahí, a Hill se le va la historia bastante de las manos en lo que respecta a la transformación del personaje y el lector se balancea en el filo de la risa floja, pero si tenemos en cuenta que quien esto escribe se lo leyó de un tirón en una noche de insomnio, podemos afirmar que se trata de una novela amena, ligera y que cumple su función. Y Joe Hill escribe bien. No escribe bien en el sentido de enlazar veinte subordinadas sin que se engrase en demasía la narración y conduzca al lector del punto A al C sin pasar por B, pero sí por H, W y R al estilo de Jonathan Franzen. O en el de espetar frases secas y cortantes con maestría al de Chuck Palahniuk, por no sacar la comparación de literatura norteamericana moderna. Lo que quiero decir es que, con la excusa de una historia de terror sobrenatural con psychokiller antagonista y protagonista que obtiene poderes, lo que termina contando es una preciosa historia de amor constante más allá de la muerte. Entretenida y recomendable novela, pese a la edición plagada de errores ortotipográficos (tanto el traductor como el corrector, si lo hubiere, cosa que llegué a dudar, deben de ser laístas) y la portada con brillantinas.

Junkies of ice and fire



Observe this photograph. What do you see in it? If you just see a "dear little old man", don't worry, you are safe. If you recognize a "dear kind of freak little old man" it's possible that you are in danger, because any day knowing more about him may pique your interest. If you know perfectly who he is and you identify him as a "dear kind of freak little old man" and you dare to qualify him, in addition, as "a genius of contemporary literature", know that you already overtook the non-returning point, you're on free fall, and only some reader speed comparable to a blind man's where Braille hasn't been invented yet can save you. If you are one of those whose throbbing shoot up on seeing the picture, whose blood boil and see a "dear kind of freak little old man", who you dare to qualify as a "genius of contemporary literature" and, in addition, as an "unrepentant slacker who you'd like to strangle with your own hands but, at the same time, you don't want to because that would mean that he's never writing again", welcome to the club: you are a junkie of ice and fire.

This dear little old man (we all agree with that, profane and junkie people) is George R. R. Martin, writer of fantastic novels. The good man wouldn't go past that category if one good day, in the nineties, he hadn't written Juego de Tronos, the first book of Canción de hielo y fuego, a work that is intended to be made up by seven installments. Positioned in an imaginary place, in an imaginary age (but with a lot of similarities with the Middle Ages) it's what it has been called a novel sequence; this is, where a lot of unrelated plots begin mixing together. Currently millions of fans around the world hooked. That, a priori, looks like something good for everyone: the author, because he gets some extraordinary sales; and the readers, because they read keenly a story that captivates them. The problem is that so far the good George has only written four out of seven books. Recently the publication of the fifth book was announced for the month of July of this year, but few believe it now. If this had happened twenty years ago, nobody would be excessively worried, because those who already devoured the fourth one would think that he's exhaustively reading up on for the fifth book and that, maybe, he's writing the three that are left at the same time. But the point is, nowadays, there is internet. And George R. R. Martin has a website himself, as well as a blog. And it's through that blog where the junkies of ice and fire, who already read the fourth book and wait eagerly the next installment to know how the story goes on, see that, instead of doing his writing, the dear little old man does things such as watching a football match, attending conventions, celebrating his own wedding (with a setting, of course, similar to his famous novel's), taking on the script of the adaptation of his first book on television (a TV show that was recently released, maybe the reader heard from it)... that's to say: any thing but writing. Then it's when troubling thoughts such as: "he's already too old...", "he's too fat...", "who knows how many years he has left..." come to those junkies' mind to end up concluding that, if he dies before he finishes writing the seven books, he'll be a bastard.

So, I'm asking you from this humble corner: George, we need our drug, don't be a bastard to us.

domingo, 11 de octubre de 2015

Yonquis de hielo y fuego


Observe esta fotografía. ¿Qué ve en ella? Si simplemente ve a un «entrañable abuelete» no se preocupe, está usted a salvo. Si reconoce a un «entrañable abuelete algo freak» es posible que esté usted en peligro, porque cualquier día se le puede despertar el interés por saber algo más de él. Si sabe perfectamente quién es y lo identifica como un «entrañable abuelete algo freak» y se atreve a calificarlo, además, como «un genio de la literatura contemporánea», sepa que ya ha sobrepasado usted el punto de no retorno, está en caída libre, y solo una velocidad lectora comparable a la de un ciego en un universo donde aún no se haya inventado el braille puede salvarle. Si usted es uno de esos a los que al ver la imagen se le disparan las pulsaciones, le bulle la sangre y ve a un «entrañable abuelete algo freak», al que se atreve a calificar como un «genio de la literatura contemporánea» y, además, como un «gandul irredento al que le gustaría estrangular con sus propias manos pero, al mismo tiempo, no quiere hacerlo porque eso significaría que nunca más vuelva a escribir», bienvenido al club: es usted un yonqui de hielo y fuego.
Este entrañable abuelete (en eso estamos todos de acuerdo, profanos y yonquis) es George R. R. Martin, escritor de novelas fantásticas. El buen hombre no pasaría de esa categoría si un buen día, en los noventa, no hubiera escrito Juego de tronos, el primer libro de Canción de hielo y fuego, obra que está pensada para ser constituida por siete entregas. Situada en un lugar imaginario, en una época imaginaria (pero con muchas similitudes con la Edad Media) es lo que se ha dado en llamar una novela-río; esto es, en la que muchas tramas inconexas se van entremezclando. Actualmente millones de fanes en todo el mundo están enganchados. Eso, a priori, parece algo bueno para todos: el autor, porque obtiene unas ventas extraordinarias; y los lectores, porque leen ávidamente una historia que les cautiva. El problema es que hasta el momento el bueno de George solo ha escrito cuatro de los siete libros. Recientemente se anunció la publicación del quinto libro para el mes de julio de este año, pero ya pocos se lo creen. Si esto hubiera sucedido hace veinte años nadie estaría excesivamente preocupado, porque los que ya han devorado el cuarto pensarían que se está documentando exhaustivamente para el quinto libro y que, quizá, esté escribiendo los tres que faltan al mismo tiempo. Pero lo malo es que, hoy en día, existe internet. Y George R.R. Martin tiene una web propia, así como un blog. Y es a través de ese blog donde los yonquis de hielo y fuego, que ya han leído el cuarto libro y esperan con avidez la siguiente entrega para saber cómo continúa la historia, ven que, en lugar de dedicarse a escribir, el entrañable abuelete se dedica a ver partidos de fútbol americano, asistir a convenciones, celebrar su propia boda (con una ambientación, cómo no, similar a la de su célebre novela), ocuparse del guion de la adaptación del primer libro a la televisión (serie que ha sido recientemente estrenada, quizá el lector haya oído hablar)… es decir: a cualquier cosa menos a escribir. Entonces es cuando acuden a la mente de esos yonquis inquietantes pensamientos del tipo: «ya es muy mayor…», «está demasiado gordo…», «quién sabe cuántos años le quedan…» para acabar concluyendo que, si se muere antes de acabar de escribir los siete libros, será un cabrón.
Así que, desde este humilde rincón te lo pido: George, necesitamos nuestra droga, no nos seas cabrón.

"La plaga de los zombis y otras historias de muertos vivientes"

Sens dubte l'elecció d'aquest relat per donar títol a l'antologia és un acudit petit i maliciós. Els llibres sobre zombis s'han convertit  en una veritable plaga, fins al punt que un es pregunta si no va començar tot amb un títol solitari sobre la taula d'una llibreria que va mossegar el del costat i va donar pas a una infecció. Llibres de zombis pertot arreu, de tots els colors, de totes les tendències, manuals per enfrontar-se a ells, fins i tot crossovers lamentables confeccionats a base d'introduir escenes amb morts vivents en clàssics de la literatura universal. Espero emocionat el següent pas, això és, l'edició de no menys de cent deu llibres escrits pel César Vidal en l'interval d'un any en què ens descobreixi les conspiracions dels francmaçons zombis al llarg de la història. Col·leccions de gastronomia per a zombis i de sexualitat il·lustrada: Descubra su punto Z, El zombi multiorgásmico, No es necrofilia si se mueve. En Jorge Bucay està meditant si endinsar-se en el tema conscient que el seu lector mitjà ja és un cadàver cerebral. Una plaga, com deia. És per això que hem d'agrair Valdemar que ens ofereixi un dels pocs llibres veritablement interessants sobre el tema. Recopilats pel Jesús Palacios, aquests tretze relats ens acompanyen per la història del mort vivent a la literatura durant un viatge amb tres parades: els inicis del mite: el zombi vodú del folklore haitià; el mort vivent de les revistes pulp dels anys vint, trenta i quaranta; i el zombi modern, tal com el concebem des de Night of the living dead d'en George A. Romero. Potser n'hagi quedat fora algun conte conegut que mereixeria estar inclòs en una recopilació d'aquesta altura, sobretot al bloc post-Romero, però aquesta antologia és prou representativa i ofereix la qualitat necessària per ser l'elecció encertada per a qui desitgi acostar-se al furor zombi i no vulgui endur-se un llibre mediocre i putrefacte a casa.

"La plaga de los zombis y otras historias de muertos vivientes"

Sin duda la elección de ese relato para dar título a la antología es un pequeño y malicioso chiste. Los libros sobre zombis se han convertido en una verdadera plaga, hasta el punto que uno se pregunta si no empezó todo con un solitario título sobre la mesa de una librería que mordió al de al lado dando paso a una infección. Libros de zombis por todas partes, de todos los colores, de todas las tendencias, manuales para enfrentarse a ellos, hasta lamentables crossovers confeccionados a base de introducir escenas con muertos vivientes en clásicos de la literatura universal. Espero emocionado el siguiente paso, esto es, la edición de no menos de ciento diez libros escritos por César Vidal en el intervalo de un año en los que nos descubra las conspiraciones de los masones zombis a lo largo de la historia. Colecciones de gastronomía para zombis y de sexualidad ilustrada: Descubra su punto ZEl zombi multiorgásmicoNo es necrofilia si se mueveJorge Bucay está meditando si adentrarse en el tema  consciente de que su lector medio ya es un cadáver cerebral. Una plaga, como decía. Es por esto que debemos agradecer a Valdemar que nos ofrezca uno de los pocos libros verdaderamente interesantes sobre el tema. Recopilados por Jesús Palacios, estos trece relatos nos acompañan por la historia del muerto viviente en la literatura durante un viaje con tres paradas: los inicios del mito: el zombie vudú del folklore haitiano; el muerto viviente de las revistas pulp de los años veinte, treinta y cuarenta; y el zombi moderno, tal y como lo concebimos desde Night of the living dead de George A. Romero. Quizá haya quedado fuera algún conocido cuento que merecería estar incluido en una recopilación de esta altura, sobre todo en el bloque post-Romero, pero esta antología es lo bastante representativa y ofrece la calidad necesaria como para ser la elección acertada para quien desee acercarse al furor zombi y no quiera llevarse un libro mediocre y putrefacto a casa.