miércoles, 15 de agosto de 2012

Despicable Me

Inglés-Español

Despicable Me

El Despreciable de Mí

Pastor: ¡Ah!
Mamá turista: ¡Justino!
Papá turista: ¡Rápido, cariño, sácame la foto! ¡Tengo la pirámide en mi mano!
Mamá turista: ¡Justino, tú vuelve aquí ahora mismo!
Guardia de seguridad 1: ¡No, detente!
¡No... detente! ¡No vayas a cruzar la línea! ¡No!
Guardia de seguridad 2: ¡Vuelve! ¡Detente! ¡Deténganlo!
¡Espera, espera, espera, espera! Aguanta, con calma, pequeñín.
Guardia de seguridad 1: ¡Vale, detente, niño! ¡Párate ahí mismo!
¡No!
Guardia de seguridad 2: ¡Oh, no, no, no, no, no! ... Oh... allá va.
Turista mamá: ¡¡Justino!!
¡Lo tengo, lo tengo!
Locutor: Atrocidad en Egipto esta noche ya que se descubrió que la la Gran Pirámide de Giza había sido robada y reemplazada por una gigante réplica hinchable.
Hay pánico por todo el globo mientras los países y los ciudadanos intentan proteger sus queridos lugares tan conocidos.
Las autoridades todavía no tienen pistas, dejando a todo el mundo preguntándose: ¿cuál de los villanos del mundo es responsable de este abyecto crimen? ¿Y dónde atacará ahora?

Gru: ¡Rayo de Congelación, Rayo de Congelación, Rayo de Congelación!
Sr. Mínguez: ¡Buenos días, Gru! ¿Qué tal?
Gru: Hola, Federico. Que sepas que... tu perro has estado dejando pequeñas bombas por todo mi jardín, y no lo agradezco.
Sr. Mínguez: Perdón. Ya conoces a los perros, van donde quieran ir.
Gru: A menos que estén muertos. Solo bromeo, por supuesto. Aunque es verdad. De todas maneras, ¡que te vaya bien!
Sr. Mínguez: Ah, vale. Ah, sí, mmm...
Gru: ¡Oh, tienen el don de la oportunidad!
Margo: ¿Hola? ¡Se venden galletas!
Gru: Iros. No estoy en casa.
Margo: Sí que estás, te he oído.
Gru: No, no lo has hecho... esto... es una grabación.
Margo: No, no lo es.
Gru: Sí que lo es. Observa esto: "Deje un mensaje... bip".
Inés: ¡Adiós, mensaje grabado!
Margo: ¡Inés, vamos!
Gru: ¡Claudio! ¡Perro malo! ¡No, no, no! ¡Siéntate! ¡Mi mollete!
Dr. Nefario: Gru.
Gru: Ah, Dr. Nefario.
Dr. Nefario: Sé cómo te debes estar sintiendo. Yo también he sufrido gran decepción. Pero a mis ojos, tú siempre serás uno de los grandes.
Gru: ¿Qué? ¿Qué ha pasado?
Dr. Nefario: Está por todas las noticias. Algún cuate recién robó una pirámide. Están diciendo que hace parecer a todos los otros villanos... pobres.
Gru: Reúne a los adláteres.
¡Subalternos, reuníos!
¡Qué bien estás, Kevin!
¿Cómo está la familia? ¿Bien? De acuerdo.
¡Ése es mi chico Guille!
¿Qué hay, Lorenzo?
Hola a todo el mundo. ¡De acuerdo!
Tranquilizaos. ¡Tranquilizaos!
Gracias, vale.
Ahora me doy cuenta de que probablemente vosotros hayáis oído de este otro villano que ha robado la pirámide. Aparentemente es una pasada... la gente lo está llamando el crimen del siglo y cosas así.
Pero, ¿estoy disgustado? ¡No! No lo estoy. Un poco. Pero, hemos tenido un año bastante bueno nosotros. ¡Y vosotros, chicos, estáis seguro en mi libro!
¡No, sin subidas de sueldo! No vias a conseguir aumentos.
¿Qué hicimos? Pues, ¡robamos la Pantalla Gigante de Times Square!
Bonita, ¿eh? ¡Así es cómo molo! ¡Sí, a todos os gusta ver el fútbol en eso, ¿eh?!
¡Pero eso no es todo! ¡Robamos la Estatua de la Libertad!
La pequeña de Las Vegas. ¡Y ni siquiera mencionaré la Torre Eiffel!
... También de Las Vegas.
Vale, no iba a hablaros sobre esto todavía, pero yo he estado trabajando en algo muy grande. ¡Algo que dejará esto de la pirámide como agua pasada! Y gracias a los esfuerzos de mi buen amigo el Dr. Nefario...
Dr. Nefario: Gracias, gracias.
Gru: Oh, sí, ahí está. Qué estilo tiene.
A ver, hemos localizado un rayo para reducir en un laboratorio secreto. Y una vez que cojamos el rayo para reducir, ¡nosotros tendremos la capacidad para conseguir el verdadero Crimen del Siglo! Nosotros vamos a robar...
¡Esperad... esperad! ¡Todavía no os he dicho lo que es!
Oye, David. ¡Escucha, por favor!
Ahora, nosotros vamos a robar... pausa para efecto... ¡la luna!
Y una vez que la luna sea mía, ¡el mundo me dará lo que yo quiera para recuperarla! Y yo seré el mayor villano de todos los tiempos. ¡De eso es de lo que os hablo!
¿Sí?
Dr. Nefario: Hola, Gru. He estado haciendo algunos cálculos y de verdad que no veo cómo podemos permitirnos esto. No se puede hacer. No soy un trabajador milagroso.
Gru: Oye... relax. Simplemente obtendré otro préstamo del banco. ¡Me aman!

Margo: ¡Oh, Edith! ¡Ya basta!
Edith: ¿Qué? Solo estoy andando.
Margo, Edith e Inés: Hola, señorita Jódar. Hemos vuelto.
Srta. Jódar: Hola, niñas.
Inés: ¿Alguien venió a adoptarnos mientras estábamos fuera?
Srta. Jódar: Mmmm, déjame pensar. No.
¡Edith! ¿Qué has puesto en mi escritorio?
Edith: Una tarta de helado y galletas de chocolate.
Srta. Jódar: Nunca te van a adoptar, Edith. Eso lo sabes, ¿no?
Edith: Sí, lo sé.
Srta. Jódar: Bien.
Bueno, ¿cómo ha ido, chicas? ¿Hemos cumplido con nuestra parte?
Margo: Em, algo. Hemos vendido cuarenta y tres tocinos de cielo, treinta ensaimadas y dieciocho pasteles de coco.
Srta. Jódar: Vale, pues, decís que como es un día genial de venta.
¡¡Mirad mi cara!! ¡¿Aún pensáis que es un día genial de ventas?!
Dieciocho pasteles de coco... creo que podemos hacerlo un poco mejor que eso, ¿no? Sí, no querríamos pasar la semana en la Caja de la Vergüenza, ¿verdad? No.
Margo, Edith e Inés: No, señorita Jódar.
Srta. Jódar: Vale. Bien. ¡Marchaos! Id a limpiar algo mío.
Margo, Edith e Inés: Hola, Penélope.
Penélope: Hola, chicas.

Gru: Hola, mamá. Perdón, iba a llamar, pero...
Madre de Gru: Solo quería felicitarte por robar la pirámide. Ése fuiste tú, ¿no? ¿O fue un villano que tiene éxito en realidad?
Gru: Solo para que lo sepas, mamá, yo estoy a punto de hacer algo muy, muy grande. Muy importante. Cuando lo oigas, vas a estar muy orgullosa.
Madre de Gru: Ja. Buena suerte con eso. De acuerdo, te dejo.

Gru: Gru para ver al señor Perera.
Recepcionista: Sí, por favor, tome asiento.
Neil Armstrong: Es un pequeño paso para el hombre... un gran salto para la humanidad.
Gru: ¡Mamá, algún día voy a ir a la luna!
Madre de Gru: Me temo que llegas demasiado tarde, hijo. La NASA ya no va a enviar monos.
Vector: Ey.
Voy a solicitar un nuevo préstamo de villano. Va con el nombre de "Vector".
Es un término matemático. ¡Una cantidad representada por una flecha con dirección y magnitud!
Vector. Ése soy yo. Porque cometo crímenes con dirección y magnitud. ¡Oh, sí!
Comprueba mi nueva arma. ¡Pistola Piraña! ¡Oh, sí! Fuegos encendidos con pirañas. ¿Ha' visto alguna vez una antes? No, no la has visto... Yo la he inventado. ¿Quieres una demostración?
Oh... ah... mecachis. Qué difícil a veces devolver la piraña dentro de mi...
Recepcionista: ¿Señor Gru? El señor Perera le atenderá ya.

Gru: ... Así que todo lo que necesito es dinero del banco para construir un cohete, y luego la luna... es nuestra.
Sr. Perera: Vaya. Pues, muy buena presentación. Me gustaría ver este rayo para encoger.
Gru: Desde luego. Verá. Cuanto lo tenga.
Sr. Perera: ¿No lo tienes? Y todavía tú tienes la audacia de pedirle al banco dinero.
Gru: Al parecer.
Sr. Perera: ¿Tienes idea del capital que este banco ha invertido en ti, Gru? Con demasiado pocos de tus "conspiraciones siniestras" volviéndose en realidad en ganancias?
¿Cómo puedo decirlo?
Digamos que esta manzana eres tú. Si no empezamos a recuperar nuestro dinero...
¿Coges la imagen?
Mira, Gru, lo que pasa es que hay muchos villanos nuevos ahí fuera. Más jóvenes que tú. Más hambrientos que tú. Más jóvenes que tú. Como ese hombre de ahí fuera llamado Vector. Acaba de robar la pirámide.
Gru: Lo cojo. Lo cojo. Em, así que... con respecto a conseguir dinero para el cohete.
Sr. Perera: Consigue el Rayo para Encoger. Entonces hablaremos.

Subalterno: ¡Imbéciles!
Imbéciles.
Gru: ¡Ja, ja! ¡Lo tenemos!
¿Qué? ¡Oye, oye! ¿Qué? ¡No, no, no, no!
¡Tú!
Vector: ¡Ja, ja, ja, ja! Ahora quizá te lo pienses dos veces antes de congelar la cabeza de alguien! ¡Hasta la vista, Gru!
Gru: ¡Rápido! ¡No podemos dejar que se escape!
Subalterno: ¡Yuhu!
Gru: Hacia delante, hacia delante. ¡Dispara! Dispárale ahora.
Vector: Ups, no me has dado.
Gru: Ven con papa.
Vector: Toma ésa. Qué adorable.
Gru: Tenemos la mira puesta en ti. Como quitarle un caramelo a un... ¡¿qué?!
Vector: ¡Ja! ¡Oye, Gru, pruébate esto por tamaño!
Gru: Qué raro. ¿Qué está pasando?
Esto es claustrofóbico. Oh, no, no.
Demasiado pequeño. Esto es demasiado pequeño para mí.
Ah, odio a ese tipo.

Margo: ... y por favor, vela por nosotras y bendice que tengamos un sueño de buenas noches...
Edith: ... y bendice que mientras estemos durmiendo, los bichos no se arrastren hasta nuestras orejas y pongan huevos en nuestros cerebros...
Margo: Genial. Gracias por esa imagen, Edith.
Inés: ... y por favor, bendice que alguien nos adopte pronto... y que la mami y el papi sean buenos... y que tengan un unicornio de mascota. Amén.
Margo y Edith: Amén.
Inés: Quiero uno, me encantan.
Quiero uno, me encantan.
Los uni, unicornios, me encantan.
Los quiero mimar, unicornios.
Si fueran de verdad.
¡Que lo son!
Me compraré uno algún día.
Y me quiere, y lo quiero.
La, la, la, la, la.

Gru: Oh, buena suerte, niñitas.
Edith: Oh. Guay.
Margo: Ah, hola. Somos huérfanas del Hogar para Chicas de la Señorita Jódar...
Vector: Me da igual. Largaos.
Margo: Venga, estamos vendiendo galletas para, ya sabe, ¡poder tener un futuro mejor!
Vector: Oh, esperad, esperad... Em, ¿tenéis galletitas de coco?
Margo: Ah, sí.
Gru: Bombilla.
¿Doctor Nefario?
Dr. Nefario: ¿Eh?
Gru: Voy a necesitar una doce de robots diminutos teledirigidos que parezcan galletas.
Dr. Nefario: ¿Qué?
Gru: ¡Robots de galletas!
Dr. Nefario: ¿Quién es ése?
Gru: Galletas, oh, olvídalo.

Srta. Jódar: Bueno, parece que le ha dado el visto bueno a nuestra revisión de fondo, Doctor Gru.
Oh, y veo que ha hecho una lista de algunos de sus logros personales. Gracias por eso; me encanta leer.
Y veo que le han dado la medalla de honor... y un título de sir.
Tuvo su propio... programa de cocina y puede contener la respiración durante treinta segundos. Eso no es tan admirable.
¿Qué diablos...? ¿Qué?
Gru: Pues, éstas son las circunstancietion. Las cosas han sido muy solitarias desde que mi mujer... Delia falleció.
Es como si mi corazón fuera un diente, y tuviera una caries que sólo pudiera ser empastada por niños. Lo siento.
Usted es una mujer hermosa. ¿Habla inglés?
Srta. Jódar: ¿Parezco que hablo inglés?
Gru: Usted tiene una cara like a donkey.
Srta. Jódar: Oh, pues, gracias.
Gru: De todas maneras, ¿podemos proceder con esta adopción? Muy, muy emocionado.
Srta. Jódar: Por favor, dígales a Margo, Edith e Inés que vengan al vestíbulo.
Edith e Inés: ¡¡Ah!!
Margo: ¡Apuesto a que la mamá es preciosa!
Edith: Apuesto a que a papá le brillan los ojos.
Inés: ¡Apuesto a que su casa está hecha de ositos de chicle!
Solo digo que sería bueno.
Oh. Mi oruga nunca se convirtió en una mariposa.
Edith: Eso es un Cheeto.
Inés: Ah.
Srta. Jódar: Oh, pues Delia era una mujer con mucha suerte.
Gru: ¿Quién es Delia?
Srta. Jódar: ¡Su mujer! Oh, hola, chicas.
Chicas, quiero que conozcáis al señor Gru. Va a adoptaros. ¡Y es dentista!
Margo: Eh, hola. Soy Margo. Ésta es Edith.
Ésa es Inés.
Inés: Tengo tu pierna, tengo tu pierna.
Gru: Vale, ya es suficiente, niñita. Suelta mi pierna. Venga. Tú puedes hacerlo. Simplemente suéltala. ¡Vaya!
Inés: ¡Más alto! ¡Más alto!
Gru: ¿Tú cómo las eliminas? ¿Hay un comando? ¿Algún espray no-adherible? ¿Palanca? Vale, chicas: ¡vámonos!

Vector: Bastante admirable. ¿Qué estás mirando? ¡Bu ya!
¡Te encogiste, minúsculo enjuague bucal!
Toma ésa.
¡Ya estás bien encogido!
¿Quién? Oh, tengo el rayo para encoger, de acuerdo. No, no estoy jugando con él. ¿Gru? No me haga reír. No.
Postdata: él no va a conseguir la luna y post-postdata, para cuando haya acabado con él, ¡va a estar suplicando clemencia!
Vale, adiós.
Oh, mírate; un diminuto vatercito para un diminuto bebito que...
¡Ah! ¡Maldito seas, vatercito!

Gru: Vale. Aquí estamos: hogar, dulce hogar.
Margo: ¿Así que ésta es, o sea, tu casa? Espera un segundo. Tú eres el tipo que fingió ser un mensaje grabado.
Gru: No, ése era otro.
Inés: ¿Me puedes dar la mano?
Gru: Eh, no.
Edith: Cuando nos adoptó un calvo, pensaba que esto sería más como en "Annie".
Gru: ¡No, oye...!
Claudio. Éstas no son amenazas. Éstas son invitadas.
Chicas, éste es Claudio, mi... perro.
Inés: ¡Uh, perro suave y esponjoso!
Oh.
Margo: ¿Qué tipo de perro es ése?
Gru: Es, eh... no lo sé.
Margo: ¿De verdad crees que éste es un lugar apropiado para niñas pequeñas? Porque, eh, no lo es.
Gru: ¡No, no! ¡No os acerquéis a ahí! ¡Es frágil!
Bueno, supongo que el plan funcionará con dos.
Edith: ¡Oye! ¡Aquí dentro está oscuro!
Le ha hecho un agujero a mi caja de zumo.
Gru: Como podéis ver, he proporcionado todo lo que un niño pudiese necesitar.
Ahora tengo... ¡oye!
Edith: Alguien ha roto eso.
Gru: Vale, vale, claramente necesitamos establecer algunas reglas. Regla número uno: no tocaréis nada.
Margo: ¿Y el suelo?
Gru: Sí, podréis tocar el suelo.
Margo: ¿Y el aire?
Gru: Sí, podréis tocar el aire.
Edith: ¿Y esto?
Gru: ¡Ah! ¿Dónde has cogido eso?
Edith: Lo he encontrao'.
Gru: Vale, regla número dos: no me molestaréis mientras estoy trabajando. Regla número tres: no lloraréis ni lloriquearéis ni reiréis ni carcajearéis ni estornudaréis ni eructaréis ni os tiraréis pedos. Así que ningún, ningún, ningún sonido molesto. ¿De acuerdo?
Inés: ¿Esto cuenta como molesto?
Gru: Mucho.
Yo os veré en seis horas.
Margo: Vale, no os preocupéis, todo va a salir muy bien. Vamos a ser muy felices aquí. ¿Verdad, Inés?
Inés: ¿Mmm?
Gru: Eh, pregunta. ¿Qué es esto?
Dr. Nefario: Una docena de robots con chaqueta. ¡Bailen! ¡Ja, ja! ¡Mira esto! Obsérvame.
Gru: ¡Robots de galletas! ¡Dije robots de galletas! ¿Por qué... eres tan viejo?
Dr. Nefario: Bien, estoy en ello.
Inés: ¡Tele!
Margo: ¿Qué es eso?
Edith: ¡Vaya, eso es guay!
Inés: No creo que sea dentista.
Dr. Nefario: Llevamos trabajando en esto un rato. Es un suero anti-gravedad.
Tenía la intención de cerrar eso. Estará bien, estoy seguro.
Gru: ¿Se pasan los efectos?
Dr. Nefario: Eh... hasta ahora... no. No, no se pasan.
Y aquí, por supuesto, está la nueva arma que pediste.
Gru: No, no, no. Yo dije 'pistola del miedo'. No... vale.
Dr. Nefario: Oh, sí. Porque me estaba preguntando bajo qué circunstancias usaríamos esto, pero de todos modos...
Lo que de verdad quería mostrarte es esto.
Gru: ¡Vale, ésos son robots de galletas!
Inés: La, la, la, la. Los quiero mimar, unicornios. Si fueran de verdad, ¡que lo son!
Gru: ¿Qué estáis haciendo aquí? ¡Os dije que os quedarais en la cocina!
Margo: Nos aburríamos. ¿Qué es este lugar?
Gru: Eh...
Edith: ¿Puedo beberme esto?
Dr. Nefario: ¿Quieres explotar?
¡Ah! ¡Gru!
Gru: ¡Volved a la cocina!
Inés: ¿Jugarás con nosotros?
Gru: No.
Inés: ¿Por qué?
Gru: Porque estoy ocupado.
Margo: ¿Haciendo qué?
Gru: Em... vale, vale, me habéis pillado. Lo del dentista es más un hobby. En la vida real, yo soy un espía, y es top secret y vosotras no podréis decírselo a nadie porque si lo hacéis...
Edith: ¿Qué hace esto?
Ups.
Inés: ¡Mi unicornio! ¡Tienes que arreglarlo!
Gru: ¿Arreglarlo? Mira, ¡ha sido desintegrado! Por definición, no puede ser arreglado.
Me está asustando. ¿Qué está haciendo?
Margo: Va a aguantar la respiración hasta que consigue uno nuevo.
Gru: Solo es un juguete. ¡Ahora para!
¡Vale! ¡Vale! ¡Te lo arreglo!
¡Tim, Marcos, Felipe!
¡Esto es muy importante! ¡Tenéis que conseguirle a la niñita un nuevo unicornio de juguete!
¡Oye, oye, oye! ¡Un juguete! ¡Vamos! Y daos prisa.
Margo: ¿Qué son ésos?
Gru: Ellos son mis... primos. ¡Jaime, Sergio!
Vigiladlas y que no se me acerquen a mí, por favor.

Edith: Ha sido idea de tu primo.
Subalterno: ¡¿Ca?!
Gru: ¡Vale, hora de acostarse!
Margo, Edith e Inés: Oh.
Jaime y Sergio: Oh.
Gru: ¡Para vosotros no!
Jaime y Sergio: ¡Bien!
Gru: Okey, vale, buenas nochecitas. Todas arropadas. Dulces sueños.
Margo: Solo para que lo sepas, tú nunca vas a ser mi padre.
Gru: Creo que puedo vivir con eso.
Edith: ¿Estas camas están hechas de bombas?
Gru: Sí, pero son muy viejas y es muy poco probable que estallen. Pero intenta no dar vueltas.
Edith: Guay.
Inés: ¿Nos lees un cuento para acostarnos?
Gru: No.
Inés: Pero no nos podemos ir a dormir sin un cuento para acostarnos.
Gru: Pues entonces va a ser una noche larga para vosotras, ¿no?
Así que buenas noches, que soñéis con los angelitos, no dejéis que os muerdan los bichitos. Porque hay literalmente miles de ellos.
Ah, y probablemente hay algo en vuestro armario.
Margo: Solo está bromeando, Inés.
Inés: Es precioso.

Gru: ¡Chicas! ¡Vamos! ¡Hora de repartir las galletas!
Margo: Vale, pero primero vamos a ir a clase de danza.
Gru: En realidad, vamos a tener que faltar a la clase de danza hoy.
Margo: En realidad, no podemos faltar a la clase de danza hoy. Tenemos un gran recital próximamente.  Estamos haciendo un pasaje de "El Lago de los Cisnes".
Inés: Sí, "El Lago de los Cines".
Gru: Eso es fantástico, maravilloso. Pero iremos a repartir galletas. Venga.
Margo: No.
Gru: ¿No?
Margo: No vamos a repartir galletas hasta que terminemos la clase de danza.
Gru: Pues, yo no os voy a llevar en coche a clase de danza, así que si queréis ir vais a tener que ir andando vosotras.
¿Qué estáis haciendo?
Margo: Yendo a clase de danza.
Gru: Sí... vale, muy bien. Vosotras simplemente seguid andando porque yo sí que no os llevo en coche.
Margo: ¡Vale!
Gru: ¡Vais a sufrir la ira de Gru! ¡En serio, voy a contar hasta tres, y será mejor que estéis en este coche!
¡Allá voy! ¡Uno... dos...!
Profesora de danza: Tres... y cuatro... y cinco y levantaos... y estiraos.
Inés: Toma.
Gru: ¿Qué es esto?
Inés: Tu entrada para el recital de danza. Vienes, ¿verdad?
Gru: Por supuesto, por supuesto. Tengo un hormigueo que no me lo retengo.
Inés: ¿Promesa de meñique?
Gru: Oh, sí, mi meñique lo promete.
Inés: ¡Ah!

Gru: De acuerdo, nuestro primer cliente es un hombre llamada Vector.
Margo: Pero es una uve. Ya sabes, deberíamos empezar con las as, luego vamos a las bes, luego vamos a las...
Gru: Sí, sí, fui al jardín de infancia, ¡ya sé cómo funciona el alfabeto! Yo, yo solo pensaba que podría ser bueno repartirle primero al Sr. Vector, eso es todo.
Casi ha acabado... casi ha acabado.
Vector: Ah, chicas, me alegro de que hayáis vuelto a la Fortaleza de las Vectorturas. ¿Tenéis mis galletas para mí?
Margo: Dos cajas de chicles de menta, dos bolsas de golosinas, dos terroncitos de caramelo y quince cajas de galletitas de coco.
Vector: Exacto. Me gustaría ver a alguien más pedir tantas galletas.
¡Ni hablar! Nombrad a una persona que haya pedido más galletas que yo.
Margo: Eso serán cuarenta y dos euros.
Vector: Bien.
... siete, ocho, nueve, oh, tic-tacs.
... ocho, nueve...
Inés: ¿Por qué llevas puesto el pijama?
Vector: Esto no es un pijama. Esto es un traje de calentamiento.
Edith: ¿Para qué te calientas?
Vector: Cosas.
Inés: ¿Qué tipo de cosas?
Vector: Cosas superguays que no entenderíais.
Inés: ¿Como dormir?
Vector: ¡No es un pijama!
Ah. Tomad. Cuarenta y dos dineros.
¡Adiós!
Pero, ¿qué...? Cálmate, pez.
Abajo, chico.
Gru: ¡Lo hicimos! Venga, chicas, vámonos.

Margo: Pero, ¿y la otra gente que ha pedido galletas?
Gru: La vida está llena de desilusiones. Para algunos.
Inés: ¡Ah!
Gru: No hagas eso.
Inés: ¡La Tierra de la Diversión Supertonta! ¿Podemos ir? ¿Por favor?
Gru: No.
Edith: ¡Pero nunca hemos ido! ¡Y es el lugar más divertido de la Tierra!
Gru: Me da igual.
Margo: ¿Por favor? ¡¡Nunca jamás volveremos a pedir nada más!! ¡¿Por favor!?
Gru: Bombilla.

Edith: Venga.
Gru: Adiós, que os divirtáis.
Trabajador del parque: Eh, perdón, tío... no pueden montarse sin un adulto.
Gru: ¿Qué? Ah.
Inés: ¡Por Dios, mirad ese suave unicornio!
¡¡¡Es tan suave que me voy a morir!!!
Margo: Tienes que dejarnos jugar por él.
Gru: No, no, no.
Inés: ¡Venga!
Gru: ¿Cuánto por el unicornio suave?
Vendedor: Bueno... no está a la venta. Pero todo lo que tienes que hacer para ganarlo es derribar esa pequeña nave espacial de ahí.
¡Es fácil!
Inés: ¡Bien!
¡Otra vez!
Margo: ¡Espera!
Edith: Oh, vamos. Una vez más.
Inés: ¡Solo una más! ¡Que he cerrado los ojos accidentalmente!
¡Le he dado, le he dado! ¿Habéis visto eso? ¡Le he dado!
Edith: Oh.
Gru: Vale, vale, vale... ¿Qué ha sido eso? ¡Le ha dado! ¡Eso lo he visto yo con mis propios ojos!
Vendedor: Oye, amigo. Déjame explicarte algo.
¿Ves esa pequeña nave espacial de hojalata? ¿Ves cómo no está derribada? ¿Sabes lo que quiere decir eso, profesor?
¡Quiere decir que no te pillas el unicornio! Alguien tiene malas caras. ¡Mejor suerte la próxima vez!
Gru: Vale, me toca.
Derribado.
Inés: ¡Es muy suave!
Margo: ¡Eso ha sido impresionante!
Edith: ¡Has volado todo entero!
Inés: ¡Vamos a destruir otro juego!

Dr. Nefario: Gru, ¿te importa si tenemos unas palabras rápidas?
Gru: Vale, chicas, id a jugar.
Tengo el Rayo para Encoger. ¿Algodón de azúcar?
Dr. Nefario: Tenemos doce días hasta que la luna esté en posición óptima. No nos podemos permitir distracciones.
Gru: Ponme con Perera.
Perdón por molestarle, Sr. Perera, pero me figuraba que usted querría ver esto.
Sr. Perera: ¿Qué?
Bien hecho, Gru. Bastante admirable.
Gru: Ahora el resto del plan es sencillo. Vuelo hacia la luna. Encojo la luna. Me apropio de la luna. Me siento en el váter. ¿Qué?
Perdón, perdón, ¿me disculparía solo un segundo?
Os dije que no tocarais mis cosas. Os lo dije, os lo dije, ¡os lo dije mil veces!
Margo: ¿Podemos pedir pizza?
Gru: ¿Pizza? ¡Acabáis de comer!
Edith: Ahora no... para cenar.
Gru: ¡¿Cenar?! ¡Está bien, muy bien, muy bien, lo que sea! ¡Vosotras volved ahí dentro!
Margo: ¿Podemos coger corteza rellena?
Edith, Inés y los subordinados: ¡Oh, corteza rellena!
Gru: ¡Rellenaré la corteza con todas vosotras!
Inés: Eres divertido.
Gru: ¡Vosotras no volváis a salir de esa habitación!
De acuerdo, perdón por eso. ¿Por dónde estábamos?
Sr. Perera: Estabas sentado en el váter.
Gru: ¡No, no, no! No, lo siento. Eso ha sido un pequeño intento de humor. Sé cuánto le gusta reírse... por dentro. A ver, estaba diciendo...
Sr. Perera: No pareces concentradísimo, Gru.
Gru: Créame, estoy completamente concentrado. Yo...
Edith: ¿Hola? ¡Vaya! ¡Ese tipo es enorme!
Inés: ¿Estamos en la tele?
Sr. Perera: ¿Qué es eso? ¡¿Niños?!
Gru: ¿Qué estáis haciendo? ¡Os dije que os quedarais fuera de aquí!
Sr. Perera: ¡Gru! Para...
Gru: No, no...
Edith: Rayo para Congelar.
Sr. Perera: Sr. Gru...
Gru: ¡¡Ah!! ¡Oh!
Como iba diciendo...
Sr. Perera: No hay necesidad de continuar. He visto más que suficiente.
Gru: Pero mi plan era...
Sr. Perera: Es un plan genial. Me encanta todo lo de tu plan. Excepto por una cosa: tú.
Pequeño Gru: ¡Mira, mamá! ¡He dibujado un dibujo de mí aterrizando en la luna!
Madre de Gru: Eh.
Pequeño Gru: ¡Mira, mamá! ¡He hecho un prototipo del cohete de macarrones!
Madre de Gru: Eh.
Pequeño Gru: ¡Mira, mamá! ¡He hecho un cohete de verdad basado en el prototipo de macarrones!
Madre de Gru: Eh.
Gru: No... lo entiendo.
Sr. Perera: Enfrentémonos a la realidad, Gru. Has estado en esto muchísimo tiempo, con poquísimo éxito. Vamos a poner nuestra fe, nuestro dinero en un... villano más joven.
Gru: Pero, yo...
Sr. Perera: Se acabó. Adiós, Gru.

Gru: A ver, sé que ha habido algunos rumores circulando de que el banco ya no nos va a financiar. Pues, yo estoy aquí para acallar esos rumores. Son ciertos.
En términos de dinero... no tenemos dinero. Así que, ¿cómo llegaremos a la luna? La respuesta está clara. No lo haremos.
Estamos sentenciados. Ahora sería probablemente un buen momento para buscar otras opciones de trabajo. Lo sé, yo he prendido la mecha a mi currículum, como sugiero que todos vosotros lo hagáis también.
¿Qué es? ¿No veis que estoy en medio de un discurso motivacional?
Sí. ¡Sí! ¡Nosotros construiremos nuestro propio cohete! ¡Usando esto y cualquier cosa más que podamos encontrar! ¡Aprovechad todo! ¡Llegad a las chatarrerías! ¡Desmontad los coches! ¡¿Quién necesita al banco?!

Gru: ¿Eh? Mamá, ¿qué haces aquí?
Madre de Gru: ... Y ahí está él en la bañera. ¡Oh! Mirad su culillo.
Gru: ¿Mamá? No es guay.
Madre de Gru: Y aquí está él bien vestido con su mejor ropa de domingo.
Margo: Parece una chica.
Madre de Gru: Ja, ja. Sí, lo parece. Una chica fea.
Inés: Eres divertido.
Edith: ¡Sí! ¡La mía tiene forma de muerto!

Recepcionista: ¿Sr. Perera? Su hijo está aquí.
Sr. Perera: Hágalo pasar.
Vector: Ey, papá. ¿Querías verme?
Sr. Perera: Sí, quería, Víctor.
Vector: Yo ya no soy Víctor. Víctor era mi nombre de idiota. Ahora yo soy Vector.
Sr. Perera: Siéntate.
¿Sabes dónde está el Rayo para Encoger?
Vector: Ja, de vuelta en mi casa.
Sr. Perera: Oh, ¿está eso ya de vuelta en tu casa? Oh, qué guay. ¡Supongo que Gru es que debe tener uno que se parece exactamente a él!
Vector: ¡Oye! ¡Esas chicas me vendieron galletas!
Sr. Perera: ¿Tienes idea de lo lucrativo que podría ser este atraco a la luna? ¡Yo te doy una oportunidad única y tú simplemente la echas a perder!
Vector: No, no lo he hecho.
Sr. Perera: Oh, ¿de verdad?
Vector: Tú solo espera hasta que Gru vea mi última arma: el Lanzador de Calamares. ¡Oh, sí!
Cliente del banco: ¡Hay un calamar en mi cara!
Vector: No te preocupes. La luna es prácticamente nuestra.

Gru: ¡Venga, es hora de acostarse! ¿Os habéis lavado los dientes? Que huela, que huela. No lo habéis hecho. ¡Poneos los pijamitas! ¡Permaneced quietas! ¡Vale, en serio, en serio! Esto es, ésta es la horita de irse a la camita. Ahora mismo. Yo no estoy bromeando. ¡Va en serio!
Edith: Pero no estamos cansadas.
Gru: ¡Pues yo sí estoy cansado!
Inés: ¿Nos lees un cuento para irse a dormir?
Gru: No.
Inés: ¿Por favorcito?
Gru: El diminutivo del "por favor" no cambia nada. Sigue siendo que no. Así que, id a dormir.
Edith: Pero si no podemos. Estamos todas hiperactivas.
Margo: Y sin un cuento para irse a dormir, simplemente seguiremos levantándonos y fastidiándote. Toda la noche.
Gru: Ah, muy bien.
De acuerdo, de acuerdo. "Gatitos soñolientos". ¿Gatitos soñolientos?
¿Qué es esto?
Inés: Marionetas. Las usas cuando cuentas el cuento.
Gru: Vale, quitémonos esto de encima.
"Tres gatos querían jugar.
Juegan y juegan sin parar.
Y su madre vino a decir:
'Gatitos, hora de dormir'".
Vaya, esto es basura. ¿De verdad os gusta esto?
Inés: ¡Sigue leyendo!
Edith: ¡Venga!
Gru: Vale, de acuerdo, de acuerdo, de acuerdo...
"Tres gatos chillaban sin parar.
'No queremos descansar'.
Entonces ronroneó mamá:
'Bien, pero el pelo os debéis lavar'".
Edith: Ahora lavas el pelo.
Gru: ¿Esto es literatura? Uno de dos años podría haber escrito esto. De acuerdo.
"Tres gatitos bien limpitos ya
no se querían acostar.
Furiosa les respondió su mamá:
'Bien, mas la leche debéis beber'".
Inés: Ahora hazles beber la leche.
Gru: No me gusta este libro. Esto va a seguir eternamente.
"Tres gatitos después de acabar
empezaron a bostezar.
'No podemos dormir, jo'.
Y una nana su mamá cantó.
'Buenas noches, dormid bien,
hasta que os levantéis.
Sabed que mientras durmáis,
la mami... siempre os adorará".
¡Fin! ¡Vale, buenas noches!
Inés: ¡Espera!
Gru: ¿Qué?
Inés: ¿Qué pasa con los besos de buenas noches?
Gru: ¡No! ¡No! ¡No! Ni besar ni abrazar ni besar.
Margo: No nos va a dar un beso. Buenas noches, Inés.
Inés: Me gusta. Es bueno.
Edith: Pero da miedo.
Inés: Como Papá Noel.

Dr. Nefario: Sólo cuarenta y ocho horas para el lanzamiento. Y ya está todo listo.
Gru: Em... sobre eso. Estaba pensando que quizá podríamos mover la fecha del atraco.
Dr. Nefario: Por favor, dime que esto no e' resultado del recital de danza de las chicas, ¿verdad?
Gru: No... ¿el recital? No... Qué estúpido. Es que creo que es algo raro hacerlo en sábado. Estaba pensando que a lo mejor un atraco es cosa de un martes... ¿verdad?
Dr. Nefario: ¡Gru! Tú y yo llevamos trabajando en esto por años. ¡Es todo con lo que hemos soñado! ¡Tu oportunidad para hacer historia: "el hombre que robó la luna"! Pero estas chicas se están volviendo una distracción más grave. Necesitan irse. Si no haces nada al respecto, yo lo haré.
Gru: Entiendo.
Dr. Nefario: Bien.

Gru: ... De acuerdo, ahora cuando juntemos nuestras tazas haremos el sonido del "clink" con las bocas. ¿Listos? ¿Edith?
Gru y Edith: "Clink".
Gru: Toma ya. ¡Y ahora bebemos!
E, ¿Inés?
Gru e Inés: ¡"Clink"!
Gru: Muy bien.
Disculpadme, chicas.
Inés, Margo y Edith: Oh, venga.
Gru: No os preocupéis, volveré. Seguid tintineando.
Oh, señorita Jódar. ¿Qué está haciendo aquí?
Srta. Jódar: Estoy aquí por las chicas. Recibí una llamada de que quería devolverlas.
Y, yo también adquirí un diccionario de inglés.
No me gustó lo que dijo.
Gru: Pero.. yo...
Oh. Prepararé a las chicas.
Inés: ¡No dejes que nos lleve, señor Gru! ¡Dile que quieres quedarte con nosotras!
Srta. Jódar: De acuerdo, chicas.Venga, vámonos.
Margo: Adiós, señor Gru. Gracias por todo.
Dr. Nefario: Lo hice por tu propio bien. Venga, vayamos a por esa luna.
Gru: Bueno.

Gru: ¿Para qué es esto?
¿El recital? ¡Yo... yo soy la mente criminal más grande del siglo! ¡No voy a recitales de danza de niñas pequeñas!
Dr. Nefario: Abriendo puertas de plataforma de lanzamiento.
Iniciando secuencia de lanzamiento, y estaremos bien para empezar la cuenta atrás con diez segundos. Diez... nueve... ocho... siete...
Seis...
Vector: ¡Oh, sí!
Gru: Buen trabajo, doctor. Todo listo.
Vector: ¡Toma!
¡Ah!
¡Mi traje de vuelo!
Oh, sí. Una vez más el poderoso Vector...
¡Ah!
Gru: ¡Ah!
Surfista: ¡Oh!
Gru: ¡Ja! ¡La tengo! ¡Tengo la luna! ¡Tengo la luna!
Puedo hacerlo.
Dr. Nefario: Espera un minuto. Cómo...
Subalterno: ¡Kevin!
Gru: ¡Vamos! ¡Vamos!
Inés: Todavía no está aquí.
Margo: ¿Por qué iba a venir? Nos ha abandonado.
Inés: ¡Pero hizo promesa de meñique!
Profesora de danza: ¡Chicas, chicas... puestos!
Edith: ¡No, no podemos empezar todavía! ¡Aún estamos esperando a alguien!
Inés: ¿Podemos esperar solo unos cuantos minutos más?
Profesora de danza: De acuerdo. Pero solo unos pocos minutos más.
Margo: No va a venir, chicas.

Dr. Nefario: Gru, Gru, ¿puedes oírme?
Gru: ¡¡Ah!!
Dr. Nefario: ¡De prisa! ¡Tenemos que avisarle y rápido!
Gru: ¡¡¡Ah!!!
Vale, vale, ahí está la biblioteca... ésa es la Calle Tercera, ése es el estudio de danza, allí, allí, ¡allí es!
Conserje: Lo siento, macho. El espectáculo ha acabado.
Gru: ¿Acabado?
¡Vector! ¡Abre!
Vector: Primero dame la luna. Luego hablaremos.
Inés: ¡Señor Gru!
Vector: Cremallera, Happy Meal.
Gru: Ahora... las chicas.
Vector: En realidad, creo que me las guardaré un ratito más.
Gru: ¡No!
Vector: ¡Oh, sí! ¡Impredecible!
Gru: ¡No!
Escucha bien, pequeño gamberro. No tienes ni idea de con quién estás tratando. Cuando entre ahí, ¡ten por seguro que vas a sufrir un mundo!
Vector: Oh, estoy asustadísimo.
Inés: Él va a darte una patada en el culo.
Vector: ¿Qué? ¡Le ha dado un puñetazo a mi tiburón!
Dr. Nefario: ¡Allí está!
¡Aguanta, Gru!
¡Oh, no!
Gru: ¡Ah!
¡Vector tiene a las chicas! ¡Vamos!
¿Qué le ha pasado a la nave? ¡Es grande otra vez!
Dr. Nefario: No tan grande como lo va a ser la luna.
Gru: ¡¿Qué?!
Dr. Nefario: ¡Cuanto más grande la masa de un objeto, más rápido se pasan los efectos del rayo para encoger! Yo lo llamo el principio de Nefario. Se me acaba de ocurrir ahora, en realidad.
Gru: ¡Oh, no!
Margo: ¿Habéis visto eso?
Margo, Edith e Inés: ¡Vector! ¡Ayuda! ¡Por aquí! ¡Ayuda!
Vector: Oye, ¿qué estáis haciendo vosotras ahí atrás?
Ay.
Gru: ¡Acércate tanto como puedas!
¡Ya lo tienes!
Margo, Edith e Inés: ¡¡Ah!!
Margo: ¡Señor Gru, aquí arriba!
Inés y Edith: ¡Señor Gru!
Gru: ¡Vale, chicas, chicas! ¡Vais a tener que saltar!
Edith: ¿Saltar? ¡¿Estás loco?!
Gru: ¡No os preocupéis! ¡Yo os cogeré!
Margo: Nos devolviste.
Gru: Lo sé, lo sé y es el peor error que he cometido en mi vida. Pero tenéis que saltar ya.
Margo: No pasará nada.
Gru: Vale, chicas.
Margo: ¡Saltad ya!
Gru: Margo, yo te cogeré y nunca más te soltaré.
Vector: No tan rápido.
Gru: ¡Margo!
Margo: Suéltame.
Gru: ¡No!
Margo: ¡Ah!
Gru: Ya voy, Margo. ¡Aguanta!
¡Te tengo!
Vector: ¡¡Ah!! ¡¡No!!
Oh, caca.

Presentador del telediario: Esta vez el bien triunfa y la luna ha sido devuelta a su lugar legítimo en el cielo. ¡Pero una vez más las autoridades están desconcertadas! Dejando preguntarse a todo el mundo: ¿quién es este misterioso héroe? ¿Y qué hará después?

Gru: Vale, chicas, hora de dormir.
Edith: ¡Oh, venga! Queremos un cuento.
Inés: ¡"Los Tres Gatitos"!
Gru: Oh, no, lo siento, ese libro fue accidentalmente destruido con malévolo. Esta noche, vamos a leer un libro nuevo.
Éste se llama "Un Gran Unicornio". De... ¿quién escribió esto? ... ¡ah, yo! ¡Yo lo escribí! Ah, mirad... ¡es un libro de marionetas!
Ése es el cuerno.
Inés: ¡Éste va a ser el mejor libro de la historia!
Gru: No es por felicitarme, pero sí, probablemente lo será. Allá vamos.
Un unicornio muy feliz
pensaba solamente en sí.
Tres gatitas llegaron a él.
Pusieron su vida al revés.
Edith: Oye... ésa se parece a mí.
Gru: ¿De qué estás hablando? ¡Éstas son gatitas! Cualquier relación a personas vivientes o muertas es completamente casual.
Le hicieron reír y llorar.
No debió dejarlas marchar.
Nunca se podrá separar
de esas gatitas que cambiaron su hogar.
Fin.
Vale, de acuerdo. Buenas noches.
Margo: Te quiero.
Gru: Yo te quiero también.
¡No! ¡No!
Oh, está bien.
¿A ti no te lo he dao' ya?

Gru: Son muy buenas.
Madre de Gru: Oh, estoy muy orgullosa de ti, hijo. Has resultado ser un buen padre... igual que yo. Quizá incluso mejor.
Gru: ¡No, estoy bien! ¡Seguid!
No, no, no.
¡Oye! Ah.






No hay comentarios:

Publicar un comentario